Ayer se nos fue papá, y estar lejos de mi hermano y no apoyarlo físicamente hablando es horrible.Ya estaba viejito, a sus 93 años aún decía que iba a trabajar...
Ahora esta con mamá en el cielo.
De él aprendí el emprendimiento. Cuando quedó desempleado de la Inspectoría de Transito donde trabajó hasta que nació mi hermano, se armo un negocio que se llamó Promociones Aragua. Este negocio, era de cartoncitos en los que vendías productos, y te ganabas un premio que podía ser un ventilador, o algo para la cocina. Allí trabajabamos todos con los cartoncitos.
Luego, no recuerdo quien, le ofreció un empleo en el Banco de los trabajadores de Venezuela, Inversiones Bantrab, donde era el que manejaba la vigilancia. Cuando se jubiló, ya dejo de pensar en negocios y se fueron él y mamá para Barquisimeto.
En los días de la residencia, cuando las enfermeras los sentaban a todos juntos con sus silla de ruedas, a sus 93 años todavía decía que estaba trabajando y dándo las ordenes al grupo para la tarea...
Hablar o escribir de él, es hablar del trabajo, de la forma de trabajar, de la forma de dirigir grupos, de la forma de inventarse una para llevar algo de dinero a la familia.
A un día de su partida, estoy segura que está con mamá allá donde sea que quede el cielo, nunca se separó de su caroreña.
Ellos contaban su historia cada vez que cumplían años de casados: ellos eran 4 amigos, que se casaron con 4 amigas.
En Carora, ellas vivían en una casa hermosa, con unos grandes ventanales que me cansé de visitar en mi adolescencia y dejé de ir cuando me casé.
Le llevaban serenatas a la ventana colonial, y las chicas se casaron con esos forasteros.
La más famosa de las canciones que le cantaba a mamá, es Dulce Aventura de Leo Marini:
Se las dejo hoy por aca en mis recuerdos, aunque triste hoy, y mis lagrimas salen cuando escribo, se que ellos estarán juntos hasta la eternidad...
Zhair Marrero Serrano
hepacafes@gmail.com
