viernes, 21 de diciembre de 2012

"Que vanidad pensar que puedo darte todo"...

Aunque es el título de un poema de Cortazar que más abajo compartiré, es la experiencia de sentirnos muy grandes, más grandes que el otro en una relación. Incluso creamos dependencia o endeudamiento, de forma tal, que "el otro" se ve obligado a devolver o a quedarse "por el compromiso", o definitivamente se va, incluso sin agradecer.

¿Cuál es el fenómeno al que nos exponemos?
Desde el punto de vista psicológico, es una relación que demanda del otro la lealtad a nuestra compañía, deseos, peticiones, y el trasfondo es la soledad en la que se encuentra sumergido el Yo, que no ha podido integrarse en todas sus partes, y desde el aspecto sistémico familiar, el vacío del afecto que necesitamos cuando somos niños.

Aunque es solo mi interpretación, en la experiencia en la consulta es que nuestro Yo, niño interior, no ha crecido lo suficiente como para autoabastecerse del amor que necesitamos y que no nos fue dado en la infancia, o por errores en la percepción en la forma en que nos dieron esa atención, asi de esta manera crecemos tratando de cubrir las necesidades afectivas de otros Yo, para que "se queden" a querernos un poco.

El tema es que Cortazar lo explica hermoso en su poema "BOLERO"


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto, 
pero todo lo mío no te basta                                                         

como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.
Julio Cortázar

lunes, 10 de diciembre de 2012

Conversaciones sobre el Tercer Lado I. Tres preguntas para mover a la acción.

Conversaciones del Tercer Lado I

Un ejercicio para trabajar en grupos, elaborado en el Programa Fortalecer la Paz en Venezuela en 2003, por el equipo de trabajo: Gabriel Gueron, MAria Emilia López, Nestor Alfonso Santamaría, Victor HUgo febres, Ana Cabria Mellace y Francisco Diez, para las mesas de trabajo.

Conversaciones del Tercer Lado
TRES PREGUNTAS PARA MOVER A LA ACCIÓN

¿Qué es una conversación del Tercer Lado?:
Pueden ser “conversaciones de paz” que pueden durar tan poco como cinco minutos o tanto como dos horas. Pueden involucrar a dos, diez o más personas. Pueden tener lugar en cualquier parte y en cualquier momento informalmente alrededor de la mesa del comedor, en el trabajo, en el supermercado, en la calle o en un espacio preestablecido. Pueden comenzar de manera espontánea, en respuesta a personas que están hablando sobre el conflicto en términos negativos y destructivos. Por ejemplo, estas personas pueden estar culpando, estereotipando o hablando de manera que promuevan irrespeto, violencia, desesperanza y/o resignación.

Objetivo: empoderar a la gente para que tomen acciones valientes de “tercer lado” a favor de la paz.

El Método Base:
Las tres preguntas implican un movimiento, desde el “amor” cosas que te importan hacia la “posibilidad” una visión positiva del futuro hasta llegar a la “acción” un paso concreto que la persona pueda tomar. Tres barreras limitan las acciones concretas de Tercer Lado: el miedo (el cual consume y paraliza), la realidad (avasallante) y la duda (sobre si alguien puede hacer una diferencia).
El camino es ayudar a las personas a moverse de un sentimiento de miedo a uno de amor, de la realidad a la posibilidad, de la duda a la acción. ese es el camino.

Las 3 Preguntas
Simplemente invita a las personas a responder estas tres preguntas
1. ¿De lo que tu más quieres, qué se ve más afectado por el conflicto?
2. Pensando en eso, ¿Cómo sería un futuro de paz ideal para ti?
3. ¿Cuál es el primer paso que estás decidido a dar para construir ese futuro de paz?

Rol del Facilitador:
• Comienza la conversación.
• Hacer las preguntas y modela las respuestas.
Por ejemplo: “Yo amo mucho a mis hijos y a este país y me preocupa que estén en peligro.” “Para mí, el futuro ideal sería un país donde mis hijos pudieran estar seguros.” Como un primer paso, me sentaré con una persona de otra tendencia política y escucharé lo que diga sin interrumpir y trataré de entender aún si no estoy de acuerdo con ella.”
• Reconoce
Después de la primera pregunta, reconoce la realidad, que puede no ser pacífica.
Después de la segunda pregunta, reconoce que tomar acciones es difícil y requiere de valor. Pregunta que puede ser un primer paso en un camino de 10,000 pasos.
Después de la tercera pregunta, reconoce a la persona: “Tu, _____________, eres un constructor de paz.”

Seguimiento:
La conversación puede ser retomada en un tiempo subsiguiente, una semana más tarde por ejemplo, en el que cada persona es invitada a contar la historia de lo que hicieron sin juzgar a nadie y cuál es su próximo paso. Puede volver a usarse el formato de las tres preguntas. Una y otra vez.

Material del Dr. Wiliam Ury


Compartido por:
Zhair Marrero S.
Docente, Mediador Educativo, especialista en Pedagogía de la Paz y Pedagogía Sistémica.
entrenamiento.mediacion@gmail.com



Luego de 23 años... sigo activa con La PNL...

Y nunca se me olvida, porque surgió ese diciembre de 1999 fatídico en Caracas, Venezuela, con el deslave de la Guaira... allì conocì en la r...