domingo, 23 de septiembre de 2018

¿Hacia dónde?

¿Hacia dónde? (por Bert Hellinger)

¿Hacia dónde debo dirigirme? Así comienza un Lied de la Misa Alemana de Franz Schubert.

¿Quién pregunta así? Sólo un ser humano pregunta de este modo, o mejor dicho, una criatura indefensa.

¿Nos podemos imaginar a un animal o a otro ser vivo preguntando de este modo? En ese sentido ¿no son todos responsables de sí mismos? ¿No tiene que saber cada uno de ellos, en cuanto acaba la protección de la madre, hacia dónde dirigirse? Y acaso ¿no todos los seres vivos- llamados primitivos- desde el principio tienen que defenderse solos y saber hacia dónde dirigirse? Si no lo saben, perecen.

¿Están por tanto menos en la vida y son pensados y queridos menos por el poder creador, que aquellos que se comportan como si esa protección les tocara en menor grado y que preguntan y rezan: “Hacia dónde debo dirigirme?” en lugar de tomar el riesgo de los siguientes pasos e intentarlo por sí mismos, sea cual fueren las consecuencias para ellos, tanto ganancia como pérdida?

¿Hacia dónde debo dirigirme? Hacia la siguiente acción pendiente de instante en instante. Entonces me guía ante todo mi acción, porque sólo la siguiente acción pendiente, es la ejecución de mi vida; exigida y predeterminada por ella en el instante, predeterminada de tal manera, que pueda continuar de inmediato.

El que pregunta ¿hacia dónde? se detiene. Su vida se detiene en lugar de continuar. Su amor se detiene en lugar de causar algo inmediato.

El Lied:” ¿Hacia dónde debo dirigirme?” está dirigido a Dios. ¿Qué dice con ello acerca de Dios? Que se ha retirado y no sabe hacia dónde, que en este momento me mantiene menos o en absoluto en la vida, completamente en la vida, que no está presente a todas horas, cuando me muevo y actúo, cuando me muevo ahora y actúo ahora.

Por lo tanto ¿hacia dónde debo dirigirme? Hacia la vida, hacia la vida completa, ahora.

¿Quién o qué acude entonces a mí? Mi vida acude a mí-y con ella Dios.

Artículo de Ber Hellinger
http://www2.hellinger.com/…/ayuda-…/enero-2011/perspectivas/

martes, 18 de septiembre de 2018

Practicar la Felicidad VII, Tal Ben Shahar. Ser Sincero

Practicar la felicidad

Tal Ben-Shahar

"Ser sincero. 

En su libro Radical Honesty (Honestidad radical), Brad Blanton dice: “Todos mentimos enormemente. Y es algo que nos desgasta. Es la mayor fuente de estrés de todo el mundo. La mentira nos mata a todos”. Para la mayoría de las personas —excluyendo al psicópata—, la mentira es estresante y esa es la razón por la que funciona el detector de mentiras. Cuando ocultamos una parte de nosotros mismos, cuando mentimos acerca de la manera en que nos sentimos, el estrés normalmente asociado con el hecho de mentir se suma al proveniente de reprimir nuestras emociones. A la inversa, cuando reconocemos cómo nos sentimos —ante nosotros mismos y ante los demás— sentiremos la calma que acompaña naturalmente a la sinceridad, la liberación y el relax que provienen de aceptarnos a nosotros mismos como seres humanos.

Un informe publicado recientemente en Alemania revela que las personas que se ven obligadas a sonreír como parte de su trabajo (como los dependientes de tiendas y las azafatas) son más propensas a la depresión, el estrés, los trastornos cardiovasculares y la hipertensión. La mayoría de la gente tiene que vivir “tras una máscara” al menos durante una parte del día: los requisitos más elementales de la cortesía hacen que muchas veces tengamos que reprimir nuestras emociones, ya sean de rabia, frustración o entusiasmo. Tanto si tenemos que disimular nuestros sentimientos durante la mayor parte del día (porque trabajamos de cara al público) o solo durante cierto tiempo (cuando interactuamos con otras personas, como tiene que hacer normalmente todo el mundo), la solución a este problema está en saber encontrar lo que Brian Little llama el “espacio de recuperación”, que puede ser un momento para compartir lo que sentimos con un amigo de confianza, un diario personal donde escribir lo que pensamos o, simplemente, unos instantes que podamos pasar solos en nuestra habitación.

Dependiendo de cada cual, hay personas a las que les bastan diez minutos para recuperarse de la depresión emocional, mientras que otras pueden necesitar mucho más tiempo.

Lo importante es ser sincero con uno mismo durante ese período de recuperación, procurar no fingir ni ocultar nada, permitirse sentir las emociones que surjan."

Tal Ben Shahar



Un cuento interesante sobre la sinceridad:
https://almayogavida.com/ser-sincero/

Psic. Zhair Marrero S.
promoviendo.vida@gmail.com

Luego de 23 años... sigo activa con La PNL...

Y nunca se me olvida, porque surgió ese diciembre de 1999 fatídico en Caracas, Venezuela, con el deslave de la Guaira... allì conocì en la r...