Hablar del territorio, es hablar de lo que para nosotros significan los significantes.El significante, es la taza, y el significado el contenido de la taza, cosa que muchas veces es causa de conflicto, y lo que hay que darse cuenta que el significante es igual siempre y el significado es diferente según la persona, sus creencias y su propia historia, he ahí que "El mapa no es el territorio".
La cosa, es que no sabemos cuál, ni dónde comienza mi territorio y termina el del otro, no identificamos los símbolos que indican el "no pase", y caemos en el error de "transgredir" las normas y procesos que se viven en el territorio del otro.
También pensamos que como yo manejo mi territorio es mejor que como lo maneja el otro.
El objetivo del post, es reflexionar sobre las veces que pisamos el territorio del otro pensando que la forma en que manejo el mio es la mejor manera, e imponemos nuestras costumbres, modos y formas de pensar.
¿Cómo interpretar los territorios para mejorar las relaciones? en primer lugar observar el espacio, y las cosas que se encuentran en el espacio, las formas, las ideas y la forma en que se expresan y aunque sean diferentes a las nuestras, observar que aunque nos parezca desordenado, es la forma de ordenar o de mantener cercanos los objetos, o las ideas.
A veces queremos ordenar sin querer las ideas del otro, pensando que las nuestras son mejores y les daría un mayor beneficio, el tema es que tendríamos primero que comprender el espacio del pensamiento del otro, la forma en que organiza las ideas, la forma en que enlaza los temas, para poder ofrecerle nuestras ideas desde el espacio que podamos compartir.
Ahora bien ¿conocemos nuestro propio espacio? nuestro propio territorio? tenemos las ideas claras, conocemos dónde colocamos nuestras cosas?
La orientación espacial, física, depende de nuestra orientación espacial interna.
Nuestra mente tiene una forma de organizarse ¿la conoces?, tenemos estados sensoriales específicos, mediante los cuales reaccionamos ¿los conoces?...
La propuesta en el post, además de reflexionar sobre tus espacios mentales y físicos, es conocerlos y al mismo tiempo reconocer los del otro, para aprender a cuidar no solo nuestro territorio, sino el territorio de los demás de mis propias invasiones.
Cada taza, aunque de la misma vajilla, es diferente, no existen dos iguales, los contenidos tampoco, ni las cantidades, ni los sabores, cuidemos el azúcar que le colocamos a la nuestra y preguntemos cuánta cantidad necesita el otro
Hasta el próximo post...
Zhair Marrero S.
promoviendo.vida@gmail.com
Las fotos fueron tomadas de la web.
