sábado, 18 de julio de 2009

Escribir como una forma de Sanación Interna XII

Y sigo con la Escritura como forma de sanar, no se trata de un talento literario, ni escribir con formalidad, por eso amo este blog, me permite escribir para mi, escuchar mi propia voz de lo que leo y mi propia interpretación, cosa que muchas veces no puedo compartir con el autor de un libro, ni ellos se entera de cuanto amo mis libros y me encanta revisar una y otra vez las frases que me llevan a sanar, por eso dejo aqui otra fase de las Paginas de mi Despertar:

Todos soñamos… en el fondo del corazón, todos quisiéramos creer que tenemos un don especial, que podemos ofrecer algo único, que somos capaces de comunicarnos con los demás de un modo muy personal, que podemos mejorar este mundo…

Anthony Robbins

Para creer y crear, nuestro sistema usa imágenes, y para crear usamos esas imágenes de un manantial interior, un reservorio personal, del cual somos responsables para mantenerlo abundante, cuidado y generoso, y la verdad es que si se agota este reservorio, el trabajo se puede estancar como esta sucediendo en las páginas de la mañana de esta semana en un sentido general y colectivo del grupo de Masters HEPA.

Alimentar este manantial implica la búsqueda activa de imágenes, y este reservorio nace de la atención en los detalles de la vida misma. Para vivir en él de manera confortable, debemos encontrar los símbolos que emergen de nuestro interior, imágenes sin palabras, sensorial, que solo se descubren en Mi Encuentro Conmigo, este es el hogar y refugio de nuestros mejores impulsos creativos. Piensa en la magia y la diversión, sin el deber ser, sin el deber hacer, haz lo que te atrae, explora lo que te interesa, piensa en la aventura, el misterio sin maestría… ese misterio te llama, te conduce… ¿si sigo en este sendero que no es habitual me imagino cosas con las que me encontraré?

Al cambiar la ruta habitual nos concentramos en el mundo visible, y este mundo nos puede llevar a la visión interior.

La seguridad es difícil de alcanzar si no hemos recibido apoyo del lugar de origen, vienen de nuestro alimento y estímulo primario, nuestro núcleo familiar, y si la impronta no se encuentra en nuestras vidas, hay que buscarla en otro lado, tomar lo que es y seguir en la búsqueda de la seguridad dentro de nosotros mismos.

Lo primero es saber que si no tengo autoestima, la pregunta que surge es ¿Qué necesitas para tenerla? Y las respuestas te dan los pasos para la búsqueda siguiente, piénsatela como una nueva aventura a encontrar y si no tengo seguridad o no me siento segura ¿qué necesitas para tenerla? Y lo siguiente nuevamente nos da los pasos a seguir en nuestro trabajo de encuentro de la seguridad, y si no tengo confianza ¿Qué necesito para tenerla? Igualmente me da los pasos a seguir, y así cada cosa que sientes que necesitas tu y tus niñas internas, puedes aprender a tomarlas.

Recuerda que este es solo un camino de muchos hacia el despertar de nuestra conciencia de vida. Si los padres no nos dieron la seguridad que necesitamos para confiar en la vida y para confiar que algo bueno sucederá en ella, y si solo recibiste crítica, juicios, cargas pesadas, no reconocimiento….

Es hora de mirar lo que fue para dejarlo ir con amor, desenfocando y comenzar a enfocar en tus nuevas metáforas de vida.

“Si tienes la sensación de que algo te impide avanzar, o que hay un muro en tu camino, Fíjate en las metáforas que estás usando. Descubrirás que muchas veces empleas metáforas que te impiden encontrar los recursos que te sugieren soluciones. Es muy difícil enfrentarte a un muro o a algo invisible que te impide avanzar.

Puesto que fuiste tu quien eligió esa metáfora en primer lugar, te es muy fácil cambiarla. Si tienes la sensación de dar contra una pared ¿porqué no dejas de arremeter contra ella e intentas abrirle un agujero? ¿O cavar un tunel por debajo? ¿o de abrir una puerta y atravesarla?¿porqué no la concibes como una piedra que te ayuda a cruzar el arroyo?

Si cambias la metáfora, cambia tu manera de enfrentarte a la vida… Anthony Robbins

Para ello, vamos a hacer un ejercicio:

¿Cuál es una de tus aspiraciones? Quizás se trate de un sueño olvidado o del que empiezas a renunciar. Si tu sueño se hiciera realidad… ¿Cómo sería tu vida actualmente? Permítete soñar por un momento, piensa en lo que quieres de verdad en la vida… AR.

            Y es que nuestros sueños se hacen realidad si solo podemos perseverar en nuestro propio despertar del mismo. Los sueños seguirán siendo sueños si no haces nada para que se realicen, no basta entrar a un curso, y tomarlo para que todo se ejecute instantáneamente.  No hay nada mágico en esto. La magia solo se ejecuta cuando tomamos la varita en nuestras manos.

El ejercicio de esta semana y la que viene antes del próximo módulo, es tomar el ejercicio de la pagina 2-12 del manual Mente y Paz, YO Creo, esta vez no para ir al supermercado, sino para Crear…. ¿sabían que el verbo creer y crear se conjugan en presente de la misma forma?...

Pues bien, como ya fuimos al supermercado y tenemos bastantes opciones sobre los temas, vamos a  comenzar con las metáforas de cada uno de los ítems que ya compraste.

Pasos:
1.- Elige una de las creencias de tu supermercado
2.- ¿Cómo me siento con ella? Ej Si la ______ es así, cómo me siento?
3.- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de mi metáfora?
4.- ¿Son positivas todas? ¿Potenciadoras?

Ej. Si la vida es una aventura, ¿Cómo me siento con eso?
Curiosa, expectante, dispuesta a descubrir nuevas cosas cada día en mi, en otros, etc., y eso me hace sentir alegre, con fuerza…

Las ventajas: tengo mi maleta hecha siempre, a veces cuando llego de un viaje, dejo algunas cosas en ellas, siempre lista para la aventura…

Las desventajas: me pierdo de todo aquello que significa estabilidad… me alejo de lo cotidiano, lo repetitivo, no tengo muchas rutinas fijas.

Todas las metáforas que tengo y he comprado en el supermercado para mi son positivas, incluso puedo decir que no solo las creo, sino que las vivo.

Otro Ej.  Si la vida es una vacación, me siento alegre, divertida incluso, porque en vacaciones viajo a la playa con mis seres queridos, mis hijos, disfrutamos de ratos, vemos películas, vamos al cine, comemos cotufas, hacemos Shopping…

Las ventajas: sigo con la maleta hecha, ahora con traje de baño incluido, algunos libros o manuales para leer y trabajar en algún momento, ahora escribo como me dice siempre María que haga, estoy con mis hijos…

Las desventajas: me alejo de la rutina, de lo repetitivo…

      El trabajo es crear metáforas nuevas y más alentadoras para la vida y en general para todos los ítems del ejercicio, más los que se te ocurran que andan medio extraños en tu propia vida y comprométete a vivir con tus metáforas durante los próximos días. Este ejercicio toma tiempo, es divertido y nos ayuda a reafirmar las nuevas compras que hicimos en el supermercado de las creencias.

      También te recomiendo del mismo autor, Poder sin límites y Despertando al gigante interior. El ejercicio de las metáforas pertenece a “Pasos de Gigante” y es el número 180 con mis adaptaciones al tema que nos ocupa hoy.

      Para recuperar la seguridad en ti misma. [1]

      Los padres raras veces nos dicen “ve e inténtalo” “ve qué sucede, prueba a ver”, más bien nos dan sus recetas de lo que es seguro y lo que no es seguro para ellos, y desde sus temores nos muestran el mundo. Asi crecemos y de alguna manera nos es útil al crecer porque nos protege la vida, “para que no nos pase nada malo”, y todo este “bajo el control”.

      Es así que vamos perdiendo la capacidad de activar nuestro sistema de seguridad propio, porque como el elefante, ya perdemos la fé.

      Les cuento el cuento del elefantito[2]:

- No puedo –le dije- ¡NO PUEDO!
- ¿Seguro? – me pregunto el gordo.
- Si, nada me gustaría más que poder sentarme frente a ella y decirle que lo siento… pero no puedo.

El gordo se sentó a lo Budha en esos horribles sillones azules del consultorio, se sonrio, me miró a los ojos y bajando la voz (cosa que hacía cada vez que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
-        ¿Me permitís que te cuente algo?
Y  mi silencio fue suficiente respuesta.
Jorge empezó a contar:

     Cuando yo era chico, me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mi como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía un despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes del volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

     Sin embargo, la estaca era un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.

     El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Porqué no huye?

     Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún Maestro  a algún padre, o a algún tio por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

     Hice entonces la pregunta obvia:
-        Si esta amaestrado ¿porqué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente y con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y al estaca… y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mi, alguien había sido bastante sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a una estaca.

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo.

La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y aue al día siguiente volvió a probar,  también al otro y al que le seguía…

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre- que NO PUEDE.

El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.

Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás…. Jamás…. Intentó poner a prueba su fuerza otra vez…

- Y así es Demian. Todos somos un poco como ese elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas  “no podemos” simplemente porque una vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez probamos y no pudimos.

Hicimos, entonces, lo del elefante lo grabamos en nuestro recuerdo:

NO PUEDO… Y NUNCA PODRE…

Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma:

NO PUEDO… Y NUNCA PODRE!!!…

Jorge hizo una larga pausa, luego se acercó, se sentó en el suelo frente a mi y siguió:
- esto es lo que te pasa, Demi, vivís condicionado por el recuerdo de que otro demian, que ya no es, no pudo.
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo tu corazón…
…TODO TU CORAZON

      Espero que el cuento de Jorge para Demián, te sirva para reflexionar en tu propia seguridad, confianza, reconocimiento, y todas las cualidades que sientes que no tienes o que no te dieron tus padres, etc. Pues solo te sirven de refugio en el mundo crepuscular de los lamentos, de los podría haber sido, de los quizás algún día, o de los ruegos a Dios para que aparezca de la nada… Si hoy tengo el sombrero negro…

      Puedes comenzar a salir del crepúsculo para tomarte a ti misma con seriedad[3], y recuerda que Mi Encuentro Conmigo, es tu encuentro con tu niña interior, encuéntrala, protégela, aprende a permitirle crear que es como aprender a caminar. La niña debe comenzar gateando, luego los primeros pasos tambaleantes, y hay caídas, y el desaliento te puede hacer abandonar sin duda, y además tenemos muy buenas excusas como la pérdida de tiempo, el tiempo no alcanza, no tengo tiempo, no tengo dinero, NO PUEDO!!!


[1] Julia Cameron, El camino del artista. Adaptación.
[2] Jorge Bucay. Recuentos para Demian
[3] Recuerden, sigue siendo adaptación del camino del artista de Julia Cameron y de otros libros de otros autores



Luego de 23 años... sigo activa con La PNL...

Y nunca se me olvida, porque surgió ese diciembre de 1999 fatídico en Caracas, Venezuela, con el deslave de la Guaira... allì conocì en la r...