viernes, 26 de marzo de 2010

Cerrando círculos. Paulo Coello, del blog de Bahhia


Lo tomé del Blog de Bahhia: http://bahhia.blogspot.com/ me gusta porque es de Paulo Coello_

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.

Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?

Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Paulo Coelho

viernes, 19 de marzo de 2010

La sociedad de los poetas muertos


Un homenaje a la creatividad para la vida...
para lo que sigue su curso
donde lo Bello, lo Bueno y lo Verdadero ahora toman su lugar:

"La Sociedad de los poetas muertos"

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí
pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra
propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros Los "poetas vivos".
No permitas que la vida pase por ti sin que la vivas ...
---Walt Whitman---

martes, 16 de marzo de 2010

Replantearse la vida


Nos toca a veces muy de cerca el tema de la muerte. De ella se cuentan chistes, anecdotas, historias y algunas pasan a ser cuentos tradicionales de alguna región convirtiendose en leyendas.

En México, la celebran. Hermosa es su celebración: colocan un altar, y abren un espacio en la mesa con las comidas favoritas de la persona amada que se fue, en homenaje al amor que le tenían a la persona. Hacen recuerditos de dulces, y toda la simbología ancestral indígena sale a la calle a celebrar el día de los muertos.

En nuestras latitudes, hay diferencias, en algunos se le teme, en otros la muerte pasa desapercibida.

Todo este cuestionamiento viene porque en ciudades tan grandes y populosas como Ciudad de México, donde la muerte se celebra, contrasta con otras ciudades como Caracas, donde pasa desapercibida en algunos casos. En los barrios de mayor populosidad, como el Valle, en donde crecí, los motorizados hacen una rueda alrededor del muerto con la salsa de fondo y se le brinda caña blanca, para que pase contento para el otro lado que lo espera.

Los que quedamos, no sabemos que hacer con el duelo, porque duele, a veces lo guardamos bien guardado por ahi, para poder seguir adelante con la vida.

Hace poco, una amiga estuvo en Terapia Intensiva. La noticia que llegó de golpe, me movilizó la historia, y toca replantearnos la vida porque nos llega de cerca...

"La pelona" como se le llama en mi pueblo, se acerca para decirte que no estás viviendo la vida como es, que si no eres felíz, es hora de ponerte en acción para lograrlo, que la queja no te sirve de nada y que basta de mirar el sufrimiento como modo de vida, para replantearnos la alegría, el disfrute, y la paz en movimiento en el corazón de nuestra Alma.

Que las cosas que queremos obtener, en este mundo materialista no valen más que el compartir con tus hijos, familiares, amigos, tal como es... somos muy frágiles en este universo... muy pequeños ante esa grandeza del destino... que toca lo que toca, y que podemos mirar hacia la vida de una forma diferente...

Luego de 23 años... sigo activa con La PNL...

Y nunca se me olvida, porque surgió ese diciembre de 1999 fatídico en Caracas, Venezuela, con el deslave de la Guaira... allì conocì en la r...