jueves, 18 de diciembre de 2008

Enfócate en tus talentos

Hay un taller que me encanta dar y se refiere al Arbol Familiar, la Fuerza de nuestros ancestros...
Esta dividido en tres partes, en las que se aprende a montarlo, se busca información y luego abrimos la tapa del tesoro de los talentos de la familia, para recuperar asi no solo la información, sino las fortalezas ocultas en nuestro árbol familiar.

Del árbol tomamos la forma de amar, la forma de trabajar, la forma de administrar el dinero, la escogencia de pareja, la fuerza con la que tenemos hijos, en fin, aunque hemos escogido ver las debilidades y preferimos mirar aquello que no esta resuelto para encargarnos de resolverlo, a veces con críticas, rechazo o exclusión, tambien estan los tesoros del inconsciente de la familia.

La salud, la prosperidad y el amor, son los tres items por los que buscamos ayuda, y lo hacemos desde la carencia, desde la necesidad de encontrar reparar este hoyo emocional por donde se drena la energía de la felicidad.

Revisando el árbol siempre hay alguien que ha obtenido estos items en su vida, y que con la magia de a pesar de..., ha logrado establecer un patrón de conducta optimista que lo lleva a la obtencion de esas sensaciones... es asi que en nuestro árbol, también se encuentra la "Fuerza del optimismo" que un escritor llamado Luis Rojas Marcos describe bien en su libro, y quiero citar que "la idea de la dicha o la desdicha no dependen tanto de los avatares de la vida, como del significado que les damos", y es que el significado que le damos, depende del marco de referencia interior que tenemos y que casi en un 90% esta referido a la familia de origen.

Martin Seligman, con su propuesta teoría sobre la indefension aprendida, de la cual según él puede derivar una depresión, invita a revisar los talentos o "Fortalezas Personales" con los que podemos aprender algo diferente sobre la motivación interna y que concuerda con nuestra herencia emocional familiar.

La buena noticia, es que la desesperanza aprendida, puede ser cambiada, con un poco de esfuerzo y entrenamiento dirigido por un terapeuta especialista en Psicología Positiva, reconociendo que también en nuestra familia ya se encuentran esos talentos ocultos que revelamos cuando preparamos nuestro árbol familiar.

Todo comienza con reconocer, reconciliar, reencontrar para ser felices de nuevo, y de una cosa estoy segura, la felicidad existe, si señor, existe!! el asunto es mirar lo que hay que reconocer, lo que hay que reconciliar para reencontrar dentro de nosotros esa fuerza!

Recomendación de lecturas: "La autentica Felicidad" de MArtin Seligman y la Fuerza del optimismo de Luis Rojas Marcos.
Que la Fuerza del Amor, sea más grande que tu propia debilidad.
Un abrazo del Alma

miércoles, 10 de diciembre de 2008

La fábula de la Liebre y la tortuga...

Me lo pasó un amigo llamado Manú, tiene un blog hermoso sobre el silencio...(http://serenaexpectacion4.blogspot.com/) aunque tampoco es de él el escrito, y aqui va:

¿Recuerdas la fábula?

Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.

Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí: La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.

Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente.

La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.

Pero la historia tampoco termina aquí: El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.

En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.

Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor. La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital:

Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos...y obtenemos mejores resultados!

"Para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien."

Juan Mendizabal
Entre Rios – Argentina
Pero, la historia tampoco termina aqui.....

Luego de 23 años... sigo activa con La PNL...

Y nunca se me olvida, porque surgió ese diciembre de 1999 fatídico en Caracas, Venezuela, con el deslave de la Guaira... allì conocì en la r...