La idea de guiar y ser guiado se aplica no solo a la relación de pareja entre el hombre y la mujer, sino a toda relación íntima o cercana. En su Ensayo sobre la amistad, Ralph Waldo Emerson reconoce la oposición como una precondición necesaria para la amistad. Escribe Emerson que él no busca en un amigo una “masa de aceptaciones” ni un “apoyo trivial”, es decir, alguien que conviniera en todo lo que él dijera, sino un “enemigo maravilloso, indomable, fervientemente venerado”.
Alguien que solo quiera ser “maravilloso” conmigo y apoyarme sin jamás oponerse ni desafiar nada de lo que digo y hago no me ayudará a crecer y a mejorar; mientras que alguien que solo contradiga cualquier cosa que yo diga o haga, sin miramientos y sin darme ningún apoyo, será un contrincante desconsiderado. Un amigo auténtico tiene que ser a la vez maravilloso conmigo y mi enemigo. Un enemigo maravilloso cuestionará mi actitud y mis palabras, y al mismo tiempo aceptará mi persona sin condiciones. Un enemigo maravilloso es alguien que me respeta y me quiere lo bastante para ser capaz de oponerse a lo que digo y lo que hago, sin que su oposición a mis palabras o acciones llegue a cambiar lo que siente por mí como persona.
Tal Ben Shahar
Del libro Practicar la felicidad
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