jueves, 11 de septiembre de 2008

Cuando se termina la niñez y la adolescencia...

La niñez y la adolescencia son dos etapas que marcan nuestra vida de adultos. De como la vivenciamos, dependen nuestras decisiones de adultos.

La niñez hasta los 7 años es la dependencia de la familia como modo de sobrevivir, solo conocemos este entorno en el que se fijan nuestras creencias, nuestros valores, nuestra fuerza de vida. Cada uno de esos años implican fases de desarrollo que repetimos luego en el adulto.

Dependemos de la madre desde la concepción, hasta que caminamos. En esa etapa la alimentación, vestido, movilidad, son dependientes de otro. El amor incondicional se manifiesta en su plenitud, no se nos exige ser de tal o cual forma, se nos acepta como somos, se nos cambia el pañal sin juicios a si esta bien o mal, se nos celebran todos los sonidos o gestos que hacemos, se nos aplaude y se nos trata con amor...

El siguiente paso es caminar y comenzar a romper nuestros límites de dependencia de movilidad, queremos conocer el mundo, tocar, conocer hasta donde llegan nuestros límites. Si éstos no estan claros, será algo que transpolamos al adulto. Aceptamos el mundo tal como nos lo presentan, sin juzgarlo, y aunque no nos guste, no nos queda otro remedio que aceptarlo. Nos rebelamos ante esos límites y hacemos el primer berrinche, y de cómo se nos trate en este momento, nos marca en nuestras reacciones de adulto cuando de verdad tenemos que hacer un berrinche. Aqui se nos enseña el control, que viene asociado al control de efinteres. De cómo se nos enseñe este control, estaremos controlando nuestras actividades, emociones, decisiones en el futuro. Comienza la etapa del entrenamiento condicional, se comienza a condicionar el amor, se nos puede excluir por un comportamiento y allí vamos guardando en un espacio de nuestra conciencia, las actitudes de vida.

De los 7 años en adelante, es nuestra etapa social, es la entrada a la escuela, a la relación con otros que no son la familia, es el primer entorno de contacto con la comunidad, el compartir, el hacer amigos. De como entremos en esta etapa, dependerá el modo de relacionarnos en nuestra etapa adulta. Es la etapa de comparación, de lo que hemos vivido en nuestro hogar contenido con lo que otros que como nosotros vienen de otras familias. Es la etapa de descubrir que somos diferentes en creencias, valores, y compararlas con las que traemos de casa. Aun no juzgamos, solo comparamos, por ej. le decimos a nuestro compañerito de escuela: en mi casa mi mami hace las tortas asi... y el otro responde: en la mia no se hace torta, etc.... El amor incondicional del que disfrutabamos comienza a tener límites, aprendemos el condicionamiento conductual. Ej. si haces esto, yo te doy aquello, o te quiero más, etc...

La adolescencia, que comienza entre los 12 a 14 años y que se manifiesta por la llegada de las hormonas y el proceso de diferenciación hormonal de mujer y hombre, se activa el sistema límbico diferenciado en nuestro sistema cerebral. Aprender a manejarlo es nuestro trabajo en esa etapa, y se termina cerca de los 18 a 21 años. En esta etapa se toman las decisiones más importantes de nuestra vida, porque aqui SI juzgamos el mundo, comenzamos la etapa de lo que quiero y no quiero de lo que viene de mi familia, de lo que quiero parecerme a tal o cual amigo, buscamos el sentido de pertenencia, buscamos el amor incondicional que se perdio en algún lugar de nuestra infancia, creemos que nuestros amigos nos pueden dar ese amor, y entonces algunos jovenes buscan grupos donde se les acepte tal como son...

La despedida de la adolescencia por lo general se inicia cuando estamos en el último año del bachillerato, y aqui los colegios y liceos tienen un rol primordial, que es comenzar a organizar la fiesta de graduación, que marca el final de una etapa para la entrada en la edad adulta. Si el colegio o liceo no hace esto, los estudiantes no saben como cerrar ese capítulo de su vida, se encuentran desorientados y movilizan sus emociones sin control.

Esta introducción, es para mencionar lo importante que es cerrar bien esta etapa de vida, porque de aqui en adelante la vida nos exige responsabilidad y decisiones, tales como la elección de carrera, de pareja, modo de vida, etc.

Elegir una carrera ante nuestro amplio espectro de opciones, hoy en día es bien difícil para un adolescente que no tiene experiencia. A veces me imagino que ponemos al adolescente frente al mar y le pedimos que escoja. Son pocos los padres que asumen la ayuda en momentos difíciles para sus hijos. En este proceso, se manifiestan los límites familiares, lo que nos viene por herencia, a lo que nos resistimos, lo que se juzga, y lo que repetimos a nivel inconsciente.

En nuestra cotidianidad, vemos el fracaso en los primeros semestres de carrera, cuando el estudiante no esta bien orientado; se precisa entonces del Colegio, Escuela o Liceo, tanto o más que los padres, una orientación eficaz que lleve al adolescente a la decisión "sistémica" que se adecue no solo a sus expectativas, sino a lo que tiene fuerza en sus capacidades. Se exige del adolescente, que se convierta en adulto en unos meses nada más, se le exige que salte al vacío que existe entre ser adolescente y convertirse en adulto en solo sesenta días, que sea independiente, para lo cual no fue entrenado, que tome decisiones, para lo cual no se le dió opciones anteriormente; hasta este momento vivió protegido en el àmbito de la familia: se tomaban deciciones que tenía que acatar, y de golpe ahora se suelta en un mundo donde lo primero que tiene que hacer es elegir carrera, para su vida, inscribirse solo, sin ayuda, y pare ud. de contar...

Elegir una pareja, también tiene un amplio espectro de opciones, recorremos en la adolescencia, el método de ensayo y error como aprendizaje, lo que rechazamos de nuestros padres, marca la elección, lo que rechazamos de su relación, señala el camino que buscamos y lo que esperamos de nuestra pareja, asi llegamos y entramos a la etapa adulta, en una búsqueda del amor ideal, que tiene las características especiales que acabo de decidir que busco, entonces no hay chance, porque el "modelo" del que tomamos es considerado defectuoso, y salimos a buscar el amor perfecto... aquél que me fabriqué en mis sueños y fantasías de que yo lo haré mejor...

Elegir el modo de vida, es una de las cosas que no tiene un amplio espectro en esta etapa, a veces nos es imposible elegir por las condiciones materiales con las que iniciamos esta etapa, ello nos puede llevar a la gloria, al desastre, o a mantenernos en una línea de subsistencia. Se pierde el sentido de la vida momentaneamente cuando queremos salir del hogar e independizarnos, salir de la custodia, para custodiarnos a nosotros mismos, la mal llamada libertad, porque queremos ser libres para salir, disfrutar, pero somos dependientes económicamente de los padres, lo que genera algunas frustraciones.

A mi hijo, le dije el dia que se graduó de bachiller: Hijo, disfruta este mes que te queda de vacaciones, porque tan solo en 20 días, toda una sociedad espera que te conviertas en adulto cuando comiences la universidad... él me miró desconcertado y se echo a reir... hoy luego de un mes en la universidad, el cambio en su actitud es notable, la primera semana le fue dificil, e intenta por todos los medios intercalar el adulto en la mañana y en la tarde los juegos y salidas con los amigos adolescentes, comienza a intentar salir del hogar y la dependencia, pero en las tardes regresa buscando aun el apoyo incondicional de los padres que esperamos su llamada para ir a buscarlo en el centro comercial, en el cine o en casa de algún amigo...

Un último párrafo para los padres: que en esta etapa que es difícil para todos en casa, prevalezca el amor incondicional, tu hijo/hija, es perfecto, es como es, es una parte de ti que ahora sale al mundo, que cuente contigo, sin condiciones, que sepa que estarás ahi para ponerle una curita y curar sus heridas, y ser el apoyo y el soporte para su lanzamiento al mundo. De ti tomará la fuerza, bríndale esa oportunidad.

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