El poder de una vida sencilla, parte I

Me abruma el sentido que se le ha dado a la vida en tan solo 30 años, quizás eso mismo pensó mi mamá o mi papá a mi edad, y es que la tan anhelada "evolución", me está trastornando sentires, valores, amores, quereres hacia un ritmo que me marea. Leo mucho, me encanta leer a Jorge Bucay por ejemplo, a quien conocí en el 2000 a través de su libro "amarse con los ojos abiertos", lo vengo siguiendo y en cada libro abre senderos  en mi mente, que me ponen en actitud reflexiva, a bien que siempre así lo hago, aunque en este caso, sé que su propio camino ha servido de guía a muchos. Especialmente a mí. 


Esta vez leí en la revista Mente Sana, que dirige en España, el artículo editorial de la revista nº 61 "Conscientes y sin prisa" "solamente caminando más despacio, soy capaz de disfrutar de lo que hago y, además, el resultado suele ser mas y mejor".


Transcribo unos párrafos de su sentir, nada más como para plasmar mi sentir las ganas de retornar a una vida sencilla, simple aunque gustosa de disfrutar el momento, el instante que prefiero llamar santo al respirar con el otro, al compartir un cafecito, al conversar con un té en la mano, al reír con los chistes malos, al estar juntos en la mesa para almorzar, para cenar... o simplemente merendar... o esos momentos de quietud al disfrutar la meditación sin prisas... eso no tiene precio:


..."La situación actual la crisis, nuestra inseguridad y muchos condicionamientos determinan que caso todos como si hubiésemos perdido de vista la necesidad de tomarnos, aunque solo sea de vez en cuando, un poco de tiempo para hacer una pausa en el trajín de una existencia demasiado agitada, que la mayoría de nosotros decimos no haber elegido"...

..."La vida siempre acaba confirmándonos que, al final, terminamos haciendo más cosas cuando menos prisa tenemos al hacerlas y cuando menos permitimos que nos distraiga el acoso de lo que tiene que hacerse después"...


..." Acostumbrados a huir de la angustia de sentirnos vacíos, corremos hacia lo mismo que tememos, llenándonos de cosas que no nos satisfacen y ocupando todos los silencios con palabras, aunque no tengan ningún significado, espantando la quietud con movimiento. No soportamos la idea de no hacer nada, con esa incomoda sensación de insatisfacción, sin darnos cuenta de que es por ese camino como podemos sanarnos"... JB


Definitivamente estamos atrapados, en medio de lo que queremos y lo que se espera de nosotros, y así perdemos ese poder de manejar nuestros tiempos, nuestro disfrute o nuestra felicidad en función de metas y objetivos que nos quitan el aliento.


En los cursos de PNL, he visto infinitas veces objetivos casi incumplibles, tan grandes, tan lejanos, tan desmesurados, que lograr hacer foco es casi una tarea titánica del facilitador o trainer, y es que el foco también esta puesto afuera, como una lámpara de kerosene que va quemando poco a poco y lentamente nuestras vidas, consumiéndola en desgaste energético vital no solo para la salud física, sino la mental. 


El trabajo de focalizar en Estados Internos, de esos que mejoran nuestra producción de vida en nuestro interior, creo que es la tarea, casi que respondiendo la pregunta ¿cómo me voy sintiendo? en cada paso que damos, porque se nos olvidó sentir, no solo el momento, sino nuestro cuerpo, al otro, la respiración....  


Un estado interno saludable, focalizado en sentirnos bien con lo que decimos, con lo que afirmamos, con lo que hacemos, en cada minuto, nos da el tiempo de disfrutar de nosotros mismos, solo así disfrutaremos de lo que hacemos, tenemos, etc.


Tenemos tantas cosas por hacer.....


Que mejor me ocupo de tejer...
Hasta el próximo Tejido....