lunes, 9 de febrero de 2015

La procastinación: "no dejes para hoy, lo que puedas hacer mañana"

Es un término reciente, para expresar algo más que el posponer "la gratificación diferida".

Todos nacemos con el potencial de ser los mejores humanos que existimos, y por cuestiones de "implicaciones" en el sistema de origen, la familia, la comunidad en la que crecemos, hasta el país, vamos creando conductas condicionadas.

Si no nos dejaron llorar de pequeños y nos daban lo que pedíamos aún sin aprender a organizar las palabras, nada más para que dejáramos de fastidiar, crecimos  con la certeza de que el mundo estaba para mi, a mis tiempos, a mis pies, y todo lo que necesite y desee, está a la disposición e el momento.

Estas conductas condicionadas, fueron elaborando criterios de selección de opciones, crearon creencias, hábitos, valoraciones, que fueron conformando nuestra personalidad. 

Ya desde pequeños, tomamos decisiones, y posponer la gratificación, y hacer la tarea que hay que hacer en el momento específico, deviene de un entrenamiento desde que estamos recién nacidos.

Ahora bien, en la adolescencia, la etapa de la diferenciación en la que rechazamos muchas de las formas de crianza, puede suceder, que mantengamos esas conductas dependientes de la gratificación, ej. si pasas todas las materias... y aquí viene un premio que ratifica la gratificación por algo que se supone debes hacer porque ya creciste, no porque te premien.

Si llegamos a adultos con estas conductas condicionadas, hay un yo interior que sustituye a los padres, y se dedica a hacer lo mismo dentro de nuestra psique, y comenzamos a postergar acciones a cambio de sentirnos bien por un momento.

¿Cuáles son las consecuencias? 

  • que a la hora de una entrega de un trabajo, lo postergues hasta la noche anterior a la entrega y es un desastre, 
  • que no lo entregues
  • que no ordenes el cuarto
  • y como dice el dicho "que dejas para mañana lo que puedes hacer hoy", incluyendo las dietas
Si ya estás en ese proceso, busca ayuda de un psicólogo, para reentrenarte en aprender a establecer metas y cambiar el orden de realización de las tareas, dividir en partes más pequeñas, crear y establecer nuevos hábitos, que te permitan elaborar nuevos criterios de selección, donde la gratificación es postergada. 

También elaborar una lista de lo que es importante y real, y aprender a tomar decisiones respecto a temas que ya no son útiles en tu vida.

Si eres padre o madre, y estás leyendo este post, ayuda a tus hijos a crecer con pequeñas responsabilidades, sin premios que los condiciones a pedir cada vez recompensas más complejas.

Si ya eres adulto y te encuentras en este caso, de postergar decisiones y acciones, por darle prioridad a un "gustazo", y quieres estresarte menos a la hora de hacer una entrega, te recomiendo busques ayuda, para iniciar un proceso de desaprender y aprender de nuevo, estrategias internas para sentir y llevar una vida más armoniosa y menos estresante.

Del post: http://noticias.universia.es/practicas-empleo/noticia/2016/11/29/1146960/6-claves-harvard-dejar-procrastinar.html 

Tomé:
La Universidad de Harvard propone 6 claves para dejar de procrastinar:

1) Piensa en las consecuencias
Ser consciente de lo que pasa cuando dejas todo para último momento te ayudará a dejar de hacerlo. La posibilidad de perder un examen, reprobar una materia, disgustar a tu jefe o hacer que tu empresa pierda un cliente deberían ser fundamento suficiente para que realmente aproveches todo el tiempo que tienes en realizar tus tareas de la mejor forma posible.

2) Cree que puedes empezar ahora mismo
Creer en ti y en tus propias capacidades es vital para que encares las tareas apenas las recibes en lugar de archivarlas por un tiempo. Debes pensar que cuanto más demores en iniciarlas peor te verás tanto ante tus compañeros como ante tus superiores. Si tú no crees en tus capacidades ellos tampoco lo harán.

3) Descubre lo que te retrasa
Es una buena idea preguntarte qué es lo que te está retrasando para que decidas no iniciar la acción que te solicitan. Reconocer por qué te demoras podrá ayudarte a cambiar este hábito.

4) Une lo que no te gusta con lo que sí
¿No te agrada la idea de comenzar esta tarea? Puedes iniciarla acompañada de algo que te gusta, por ejemplo escuchar música o tomar un café. También puedes generar un ambiente que te resulte agradable para que la sensación de estar haciendo algo que no te agrada del todo disminuya y puedas centrarte en completar tu tarea.

5) Minimiza el problema
Si te parece que te enfrentas a una tarea demasiado compleja te costará más iniciarla, por eso, es necesario minimizar el problema. Con esto no queremos decir que debas subestimarlo, sino tomarlo por lo que es: una tarea que te asignaron porque creen que eres capaz de cumplirla, entonces, debes iniciar cuanto antes tus actividades para demostrar que puedes hacerlo.

6) Consigue un compañero

Está demostrado que los equipos se organizan de mejor modo a la hora de realizar tareas. Compartir tus tareas con otra persona te hará, por lo tanto, dejar de dilatar lo inevitable. Esto no quiere decir que busques a alguien que te ayude a hacer lo que te encargaron a ti, puedes simplemente encontrar un compañero a quien comentarle la tarea que tienes por delante y esperar que él comente las suyas, así, inevitablemente te sentirás más presionado a ponerte en marcha. Comparar es una gran herramienta para dejar de procrastinar, pues crea la idea de que otros avanzan en sus responsabilidades mientras nosotros nos estancamos.


Zhair Marrero S.
promoviendo.vida@gmail.com



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