La verdad es que aun siendo terapeuta, aun vivía en el mundo de nunca jamás, en el que el amor cuando se declaraba ante un altar, y se hacia una promesa, la palabra valía mucho. Eso me lo enseño mi mamá y mi papá, que si dabas la palabra, tenías que cumplir ante Dios. Hoy me doy cuenta que la palabra en otros tiempos valía mucho, ahora no vale, porque "como vaya viniendo vamos viendo. Que bueno que nos podemos arrepentir de la palabra que damos. Hoy la palabra con la decisión interna sobre la acción es la que sale del Alma.
El matrimonio era para toda la vida, y asi es en la familia de mis padres, de mamá y papá, el legado es perdurable para siempre, y divorciarse no está en los planes de mi familia, porque eso deshonra a la mujer, que pasa a ser el chisme de turno en la sociedad donde ese valor se perdió hace mucho tiempo ya... que se fue y que no volverá como dice la canción. Hasta bíblico es que el hombre puede darte carta de divorcio si él lo decide, pero la mujer, jamás puede hacer eso!!!
Así posponemos una decisión a fuerza de negociar, reconciliarnos, volver a empezar, una vez, dos veces, tres veces y pare ud día de contar... por el amor, por el amar, porque parece una utopía o un mal chiste. Y la confianza se rompe...
No contaban con la desconexión que ocasiona dicho compromiso para siempre, porque de veras que nada es para siempre, nada es permanente y todo esta en constante cambio. Aún cuando comenzamos con el idílico amor, luego que pasa el tiempo la pareja se convierte en familia, la mujer en mamá y cuesta salirse del rol, pues los niños exigen de la madre una gran atención, incluso luego de crecer, aún la madre no deja de ser madre, ese, aunque es el problema, hay que equilibrarlo para que la pareja tenga chance... y asi comienza la historia del triángulo...
Algo que exige de ambos el respeto, el compromiso, y el tomar la decisión de quedarnos y seguir siendo fieles a lo que siente cada uno, conversando, hablando y sobre todo amando cada día, porque así lo decidieron. Walter Riso, habla de esto en su libro "la fidelidad, algo mucho más que amor", en el que expresa que es una decisión, porque decidi quedarme y amarte tal como eres, y eso me recordó "mi cancion", (todos los enamorados escogemos una canciòn para identificar el amor que nos tenemos, y la mia es "quiereme tal como Soy de Herp Albert cuyo homenaje se encuentra en uno de los post.
Hasta que con irrespeto y perplejidad, el marido te dice un día que te convertiste en su madre y que él no se acuesta con la madre... (otro triangulo) y perdiste el encanto, porque te engordaste, o porque te salieron canas, o porque los senos que crecieron en el embarazo, con la bendición del alma, ya no te atraen porque la gravedad empeora con los años... o porque ya no representas nada atractivo en su cama, o cualquier excusa es válida ahora en nuestra sociedad, pos-moderna, y actualizada. Dos opciones nos quedan: nos hacemos la vista gorda y seguimos en el intento. o tomamos las acciones en nuestras manos... hasta comprender que se hastió de ti y de la vida simple y desabrida que se transforma de golpe en una realidad que nos cuesta digerir... que nos causa estragos... que nos duele, y que nos excluye de lo que antes conocíamos o te reinsertas en el mundo de la realidad, porque perdimos lo esencial de la sensualidad femenina.
Hasta que con irrespeto y perplejidad, el marido te dice un día que te convertiste en su madre y que él no se acuesta con la madre... (otro triangulo) y perdiste el encanto, porque te engordaste, o porque te salieron canas, o porque los senos que crecieron en el embarazo, con la bendición del alma, ya no te atraen porque la gravedad empeora con los años... o porque ya no representas nada atractivo en su cama, o cualquier excusa es válida ahora en nuestra sociedad, pos-moderna, y actualizada. Dos opciones nos quedan: nos hacemos la vista gorda y seguimos en el intento. o tomamos las acciones en nuestras manos... hasta comprender que se hastió de ti y de la vida simple y desabrida que se transforma de golpe en una realidad que nos cuesta digerir... que nos causa estragos... que nos duele, y que nos excluye de lo que antes conocíamos o te reinsertas en el mundo de la realidad, porque perdimos lo esencial de la sensualidad femenina.
Hoy comprendo de otra forma, gracias a Dios, a mis entrenamientos, a mi terapeuta, y a Walter Risso, quien finalmente pudo dar con lo que no podría ver ante mis ojos: las promesas se pueden romper, ante Dios y ante los hombres, y así como brindamos cuando nos casamos ante unas 100 personas en la fiesta de bodas, podemos ahora brindar porque rompemos esa promesa que hicimos ante un altar de ser fiel, respetar y amar hasta que la muerte nos separe... es más deberíamos hacer una fiesta de despedida de casados. Porque la promesa, que se hace con el otro, se hace con lo que viene y mueve a toda la familia nuestra y del otro...
Porque lo que nos separa, lamentablemente no es la otra, o el otro, es circunstancial esto, y culpamos al amante de turno, de ser la persona que ocasiona el movimiento telúrico. Por supuesto que pagará un precio, porque le regalan en principio el perfume que usamos, como para hacer secuencia de un algo que se nos fue, o la cartera verde igual a la anaranjada que le regaló el día de las madres, justo cuando ella cumplia año..., o la llevan al Avila, al mismo lugar donde se celebraban los rituales familiares, para seguir en to be continue...
Pero cuando se acaba, se acaba, ya no se respetan promesas, ya se hiere, y este es el tema donde ya la separación es inminente. Alguien tiene que retirarse de la pareja, para reconstruirse de nuevo y no morir en el intento.
Pero eso es parte de la vida, asi nos toca crecer a algunas, y asumir la responsabilidad que nos toca en el asunto, para luego cerrar con dignidad y respeto por lo que fue con amor hacia la pareja, y por la familia de la pareja, y asentir a aquello que nos mueve a ambos, a lo que mueve a las familias y sus lealtades de nuestro sistema, es mirar con amor lo que se fue, dandole el debido respeto y lugar, recuperando las fotos hermosas de lo compartido, dividirnos los pedazos de lo que quedó, para que cada quien inicie una vez más el ciclo de vida que nos espera en un continuum... en el devenir del tiempo.
Sigo creyendo en el amor, en la fidelidad, como una decision de vida, ya no para el otro, sino para mi misma... aprendí con Walter Risso que cuando ya no admiramos a la pareja y ella no te admira, no hay chance, cuando cualquiera pretende que seas tu quien se adapte a las circunstancias, no hay chance... y es hora de separarnos, divorciarnos y si nos cuestionamos la felicidad, seguramente no sabemos vivir en soledad y nos toca aprender a ser nuestra mejor compañía por un tiempo, porque nadie puede hacernos felices más que nosotros mismos!!! y solo desde ahi, podemos compartir nuestra felicidad con otro que también este dispuesto a compartir su felicidad con nosotros!!!
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