martes, 10 de abril de 2012

El poder de una vida sencilla II


En cuanto miro lo que significa la vida sencilla, muchos me han dicho que es simplona, tal vez y ...sea simplona, pero son significados diferentes. 

En otros post converso sobre el poder infinito de la palabra, que siempre se interpreta a juicio del propio observador, y que cada calificación tiene que ver con quien califica, pero ese no es el tema.

El tema es que ir hacia una vida sencilla, incluye la sal de la vida. Y es que justamente eso se perdió. Hacemos y hacemos cosas y no hay satisfacción más que el logro, o el dinero, o el reconocimiento que es el fin último de esta vida nueva alocada que llevamos.

Empujamos metas porque se nos exige el éxito, fechas límite de entrega, fechas tope para cubrir los numeritos de la empresa, a veces hasta dejamos el sueldo para poder llegar a la meta invirtiendo lo que ganamos para cubrirla… lo he visto mucho… yo misma lo hice, y como dice Robert Kiyosaki:
“Entramos en la carrera de ratas”, persiguiendo un queso que no alcanzamos, porque siempre habrá más metas, más exigencias y autoexigencias, pero estamos perdiendo los estados internos, ni siquiera sabemos como nos vamos sintiendo, o cómo se sienten los que están a nuestro lado con lo que hacemos.. la voz de nuestro niño/a interior grita que paremos pero no podemos hacerlo, nos detiene El Éxito!...

El tema que hoy me ocupa el tejido es la focalización de la atención. Tejer no es tan sencillo como parece, exige una ausencia de pensamientos porque hay que contar los puntos, y llevar la idea del gráfico o mapa que seguimos para lograr que salga la pieza de arquitectura. No siempre nos queda hermosa, y casi siempre hay un punto al revés. Allí notamos que algo estábamos pensando al momento de pasar por ese punto.

Focalizar la atención esta compuesta de varias cosas: foco en lo que quiero lograr, estado interno asociado al tema, mapa de ruta, pero sobre todo “querer” . 

Hay que querer y amar lo que hacemos, tiene que gustarnos, es un imperativo categórico que nos vayamos sintiendo felices con lo que estamos haciendo, pues el estrés que genera la tarea de por si, se alimenta de un quimio receptor que es la adrenalina en primera instancia, y el que nos guste lo que hacemos, se alimenta de las endorfinas en segundo plano, y son tan poderosas como la primera, aunque la diferencia radica en que la primera puede hacer que logremos la tarea, y al final estamos cansados y a nuestro alrededor nadie disfruta nuestro éxito, pero el caso de la segunda, no solo nosotros disfrutamos de la tarea, los que están alrededor nuestro también lo sienten, también lo disfrutan… una pequeña diferencia!

El trastorno de déficit de atención, no solo lo sufren los niños, los adultos también lo sufrimos, nos genera estres, y falta de foco en lo que hacemos:

“La capacidad de atención o concentración esta estrechamente relacionada con el estrés y la empatía hacia lo que se hace. Es fácil ver psicólogos decir que tal niño o niña tiene déficit de atención y no lo han visto jugando con la consola horas y horas sin pestañear.” 

Aquí se encuentra la diferencia en el foco o en la focalización de la atención. 

¿Qué hacer entonces?

Como bien dice uno de los postulados de la PNL: “dividimos en partes más pequeñas” esos grandes objetivos, con la intención de ir evaluando si nos conviene, y la medida no esta en cuanto dinero estoy obteniendo, sino en cuánta satisfacción mía y la de los que a mi lado se encuentran vamos sintiendo, la alegría y el placer de hacerlo solo por el hecho de sentirme bien, alegrarme por lo que hago, y que bueno que además me pagan por hacerlo…

Fácil no?...

Foco… que para tejer hay que contar uno a un los puntos…
Hasta el próximo tejido…

Zhar Marrero S.
Psic. Doc. Especialidad en Pedagogía de la Paz 
y Pedagogía Sistémica. Formadora en Constelaciones Familiares
PNL y talleres de crecimiento personal
email: promoviendo.vida@gmail.com

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