Y es que de veras cuesta mucho olvidar, sobre todo si la emoción está involucrada con el dolor de la separación.
Tal como dice la autora, puedes hacer trabajo personal, reconocer lo bueno que fue que se separen, el dejar que el tiempo pase, "El barranco" como decimos en Venezuela y que bien lo describe la autora, entender que si ya se terminó, se terminó, pero olvidar cuesta, el "cómo inventarnos una vida nueva", ¿cómo se sobrevive a esa sensación de vacío?, pues nadie sabe cómo se hace y nadie sabe cómo ayudarte a "cruzar el abismo".
En mi caso, llegó tarde, pero ahora me ayuda a ayudar en la consulta el tema de las separaciones, abandonos, divorcios y el acompañamiento que necesitamos.
Abrirnos ese espacio de duelo para trabajar el dolor desde la psicología, no es tan sencillo, pues pensamos que podemos con eso y desestimamos la ayuda.
En realidad, la desesperanza también es aprendida, cuando va mermando nuestra capacidad de reconstruirnos y seguir adelante.
¿Se puede dejar de llorar? si, se puede, aunque hay que trabajarlo, y tener ganas de salir de ese hueco profundo, en el que la autoestima, el amor propio, y el tener proyecto de vida es lo que nos mueve.
¿Dónde se aprende a dejar de llorar?
En un buen trabajo terapéutico, en círculos de mujeres, pero sobre todo en el momento en que lo decidas.
La decisión, el decir "hasta aquí", "Hasta hoy", son frases que si se dicen desde el Alma, funcionan y mueven. como dice la autora "El pataleo no vale para retener la pareja".
Por otro lado, apunta a la decisión del hasta aqui!, y el "estar sol@, no es estar abandonad@.
Lo recomiendo como para tomar conciencia del lugar en el que te encuentras. Busca ayuda, créate un grupo de apoyo, y si la familia no te apoya, apoyate en tus amig@s.
Acá la canción que inspiró el título del libro
Hasta el próximo post
Zhair Marrero S.
Docente, Consteladora Familiar
Terapeuta de contención.
Email: hepacafes@gmail.com
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