
El dolor no esta bien visto en nuestras sociedades, y se nos entrena a no mirarlo con amor para que se sane, sino que por el contrario, secamos nuestras lágrimas con un pañuelo, y las dejamos que lloren por dentro, porque "hay que ser fuerte".
Las consecuencias son un precio a pagar, y muchas veces repetitivo en los árboles familiares. Asi vemos la repetición de enfermedades o destinos, y lo que una generación no ve o no quiere ver, la siguiente se encargará de mostrarlo, hasta que en algún momento tomemos lo que hay que tomar en nuestro corazón con amor.
El movimiento sanador más grande es mirar con amor a la familia, incluyéndolos a todos en el corazón... entonces algo en nuestro interior y en el campo familiar se mueve en otras direcciones... Hellinger dice que "tratemos a la enfermedad como un amante".
Zhair Marrero S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario