sábado, 12 de enero de 2008

Adolescencia... Divino Tesoro

Adolescencia, divino tesoro… Parte I

Tesoro que guardamos en nuestros corazones, porque es en esa etapa que vivimos el despegue de nuestra emocionalidad, buena o mala, la nuestra propia.

Hablar de la adolescencia primero es hablar de lo que sucede en nuestros cuerpos físicamente, “es la edad del desarrollo”, pero ¿qué significa eso?, para entenderlo como padres, o como adolescentes, necesariamente hay que leer un poco, sobre el proceso que vive el cuerpo físico y las presiones a las que somos sometidos durante esta etapa. Lo que no se enseña, es cómo resolver a través del tiempo los problemas de la adolescencia, hablan de lo que ya sabemos y vivimos con los hijos, pero nadie nos dijo como adolescentes que eso era lo que viviríamos y que tendríamos que soportar en el proceso de ser y convertirnos en adultos.

La adolescencia como dice Martha Espinoza del Instituto Prekop, es la etapa donde nos sentimos omnisapientes e invulnerables: el adolescente todo lo sabe y nada le pasa…

Tomando de sus mismas palabras: “Hablar del adolescente es hablar de alguien extraterrestre, pareciera que nosotros los padres no pasamos por ahí, incluso llegamos a negar nuestra adolescencia, omitiendo aquellas cosas de las que nos avergonzamos o avergonzamos a la familia”, es una etapa de mucho desorden, emocional, mental y físico, y cuando crecemos si no cubrimos las expectativas de nuestros padres, pues haremos lo mismo con nuestros hijos, ellos tampoco cubren nuestras expectativas. Le exigimos sin mirar su emocionalidad y lo que le pasa realmente. ¿Cómo exigirles a nuestros hijos adultos la autonomía, la autoestima, la autodependencia? Si nosotros aún estamos intentando ser autónomos, autodependientes, independientes y autoestimados, y no sabemos enseñarlo a un adolescente?

Precisamente es en la etapa adolescente que podemos trabajar con ellos el inicio del proceso de separación, y la forma tradicional de hacerlo es mostrando su inconformidad a todo lo que digamos, quiere establecer sus propios límites y nosotros no lo dejamos, y tampoco se lo enseñamos.

Si estás leyendo éste artículo y eres padre o madre de un adolescente, contacta tu propia adolescencia, recuerda aquellas cosas que te hacían poderos@, invulnerable, y aquellas en las que flaqueaban tus poderes, conversa con tu hij@, que te cuente que lo hace sentir inseguro contigo, respira profundo y solo escuchal@, háblale de tus miedos, los mismos que tenían nuestros padres, sus abuelos….

Querido Hijo, si, es contigo,
Quizás te extrañe, yo me extraño,
Que hoy te escriba a ti.

No es fácil para mi hablarte, es más fácil pelearte,
Que decirte lo que me duele o lo que me enorgullece de ti.

En mi familia, la mejor, no se nos alaba porque nos podemos echar a perder,
Es una creencia que viene de nuestros ancestros, y así la honré.
Hoy quiero decirte que estoy orgullosa de ti, de cómo has crecido,
Eres más alto que yo, eres muy inteligente, sabio y amoroso,
Algo de lo que no disfruté mucho, pero hoy estoy satisfecha de lo que hice,
cuando te veo, y se que algo bueno pasa.

Hoy, estoy contenta y gozosa en mi Alma,
Eres mi hijo, y asi como eres, eres perfecto…
6 de enero 2008.

2 comentarios:

  1. Hola Zhair, ya que te conozco un poquito más, decidí perder la pena y responder. La verdad es que en la soledad de mi cuarto, mis amigos son ustedes, los que escriben y siempre los leo porque me nutren como ser humano.
    Ser adolescente no es fácil, yo lo fuí y todavía pienso que a veces reacciono como una niña...y Dios quiera que nada ni nadie me haga cambiar porque soy felíz así..
    El adolescente es impetuoso, y como tal busca nuevas experiencias, se cree que se las sabe todas más una, actúa con el corazón, sin pensar y a los padres no les queda otra que aceptar ese camino hacia la edad adulta; un camino que puede estar lleno de errores, de indecisiones y contradicciones, pero, pensándolo bien la vida está llena de estos detallitos en cualquiera de las etapas.
    En mi experiencia como adolescente, recuerdo lo más importante: el acercamiento afectivo de mis padres. Independientemente de la rebeledía, el equilibrio y control lo lograban con amor y entendimiento...y hoy en día les doy las gracias por lo que soy.
    Tus hijos seguramente pensarán igual...

    Un beso

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  2. Gracias Mayte, que bueno es conocernos y compartir otros momentos de la vida. Tu respuesta es importante para mi, y eso de pena, es solo una p y más na...

    Si, asi es, que bueno el acercamiento de los padres en una epoca tan dificil y que se pretende mucho de nosotros como hijos, ojalá que las cosas sigan cambiando para mejorar y aprovechar esa energía que se tiene por pocos años de omnisapiencia y todopoderosos, donde no existen límites mentales, más que los que se nos imponen...

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